El club es un espacio que ha ganado popularidad en los últimos años y que acoge tanto a principiantes como a maratonistas con experiencia.
En las mañanas aún frescas o en los atardeceres de la capital santandereana, un grupo de corredores recorre las principales vías de la ciudad con camisetas técnicas y sonrisas firmes. No se trata solo de deportistas, sino de una comunidad que encuentra en cada paso una forma de vida. Es el Club Running Bucaramanga, un espacio que ha ganado popularidad en los últimos años y que acoge tanto a principiantes como a maratonistas con experiencia.
“El Club Running Bucaramanga no es exclusivo para atletas élite. Todo lo contrario: está pensado para quienes quieren mejorar su salud, conocer personas nuevas y, por supuesto, correr con un propósito. Tenemos desde personas que apenas empiezan y no aguantan más de un kilómetro, hasta corredores que se están preparando para maratones internacionales”, afirma Luis Alejandro Suárez, coordinador deportivo del club desde 2019.
El proceso para unirse es más sencillo de lo que muchos creen. “La inscripción se hace de manera presencial o virtual. Basta con llenar un formulario básico, presentar un certificado médico vigente y pagar una mensualidad muy accesible. No pedimos experiencia previa, solo compromiso. Las personas creen que deben correr cinco kilómetros en menos de media hora para ser aceptadas, pero eso es un mito. Aquí todos empiezan desde donde están”, explica Suárez.
Actualmente, el club ofrece tres horarios de entrenamiento: 5:00 a. m., 6:30 p. m. y fines de semana a las 6:00 a. m., en distintos puntos estratégicos de la ciudad como el Estadio Alfonso López, el Parque del Agua y la vía al aeropuerto. “La idea es que haya flexibilidad. Sabemos que muchos trabajan o estudian, así que ofrecemos diferentes opciones para que nadie se quede por fuera”, dice Suárez.
“Al inscribirse, cada corredor recibe un plan de entrenamiento personalizado, asesoría nutricional, seguimiento físico, y puede acceder a las sesiones grupales dirigidas por entrenadores certificados”, indica Suárez. Además, el club organiza salidas recreativas, carreras internas, participación en eventos regionales y charlas sobre prevención de lesiones, salud mental y motivación deportiva.
Los entrenamientos están divididos por niveles: principiante, intermedio y avanzado. “A cada corredor se le hace una evaluación inicial para conocer su condición física. A partir de eso se diseña su plan. No es lo mismo alguien que nunca ha corrido, que una persona que ya tiene varias carreras encima. La idea es progresar sin lesionarse, disfrutando del proceso. Aquí nadie corre solo”, comenta el coordinador.
Una de las fortalezas del club es su ambiente familiar. “Tenemos corredores de 15 a 65 años. Hay familias completas inscritas, parejas, grupos de amigos. Es muy lindo ver cómo se motivan entre sí. Muchos han bajado de peso, han dejado el cigarrillo o han vencido cuadros de depresión gracias al running”, asegura Suárez.